Adidas vs Puma: La otra guerra de Alemania
Las dos marcas deportivas más grandes del mundo tienen una increíble historia de rivalidad digna de película. Sus creadores eran hermanos, y todo iba bien hasta que por conflictos políticos y caracteres discordes tuvieron la más grande pelea familiar que duró 60 años y los dividió, no solo a ellos, sino al pueblo completo.
El pueblo alemán de Herzogenaurach fue testigo del trabajo en equipo,
pelea familiar y crecimiento individual de las dos empresas, una en cada lado
del río que divide este pequeño poblado medieval de calles empedradas.
Todo un clímax mediático que tuvo su origen en 1924. Allí Adolf Dassler
fundó "Gebrüder Dassler Schuhfabrik" una pequeña empresa de calzado
que monta en el lavadero de su madre, junto a su hermano Rudolf. La fórmula era
sencilla, Rud vendía lo que Adi diseñaba. En 1926 Rudolf tuvo la idea de
abreviar el nombre y tomar sólo la "Ge" de Gebrüder y la
"Da" de Dassler; a partir de entonces, su calzado llevaría el sello
de "Geda". Y gracias al ingenio de Adi, el éxito les llegó tras
incluir tacos que mejoraban el agarre del calzado deportivo, lo que a la postre
supuso que Jesse Owens se colgase 4 medallas de Oro en los JJOO de Berlín en
1936.
Ambos hijos de Cristoph Dassler, un zapatero alemán, y su mujer Paulina
Dassler, tenían genios muy distintos. Uno de ellos era más amigable y ruidoso,
el otro un poco huraño y callado. En ese momento parecían complementarse.
En la II Guerra Mundial, las diferencias se acentuaron y la colaboración
con los Nazis (Adi convirtió el negocio en una fábrica de bazookas alemanes y
Rud fue un chivato de las SS que terminó luchando en el frente de Sajonia),
acabaron con la marcha de Rud de la compañía. Tras esta decisión y con el fin
de la guerra, vieron la luz dos grandes de la ropa deportiva: Adidas y Puma.
Rud funda en 1948 Puma
Schuhfabrik Rudolf Dassler. El nombre viene heredado del apodo con el que
conocían en su juventud. De origen castellano, la palabra Puma está asociada
internacionalmente con el felino del mismo nombre, animal que representa
velocidad, fuerza, agilidad... valores muy potentes para una empresa dedicada a
productos deportivos. Además, en su versión primigenia, un nombre tan corto
permitía incluir una imagen figurativa en el conjunto de una marca, que fue
construida con formas geométricas muy rígidas e industriales, en línea con los
cánones marcados por la, entonces cerrada, escuela de la Bauhaus.
En las primeras versiones de la marca se puede apreciar que el
simbolismo del Puma incluía un nivel de detalle poco funcional y con cierta
falta de legibilidad, por eso en 1979 la multinacional decidió suprimir los
ojos e incluso la nariz del felino. Con el tiempo los elementos de la marca
original se han ido diluyendo, hasta el punto que los hexágonos concéntricos
desaparecen y la tipografía del logotipo gana peso y grosor. Pero no es hasta
finales de los 90, cuando la marca adquiere el suficiente reconocimiento como
para prescindir en determinadas aplicaciones del logotipo y dejar el peso de la
identidad visual a lomos del felino solamente. Así Puma seguía la estela del
gran competidor americano Nike y creaba una icono reconocible incluso sin
caracteres, al que con el cambio de siglo se le ha añadido el color rojo para
enfatizar ese carácter enérgico y diferenciador del símbolo.
Tras la marcha de Rud, Adi se queda con la compañía y decide dar un
golpe de efecto cambiando el nombre a la empresa y de esta forma hacerla
completamente suya. Por eso en 1949 pasa a llamarse Adidas, ADI (diminutivo de
Adolf) + DAS (de su apellido Dassler), una forma de personalizar el negocio
desde el propio nombre. Al igual que su hermano, buscó una iconografía que
nutriese a la marca de valores inherentes al mundo del deporte. Para lograr ese
fin, adquiere la hoja de laurel como símbolo de Adidas, algo que otorgaba a la
empresa y a sus productos un valor clásico sinónimo de victoria, debido a las
coronas de laurel de los vencedores de la Roma y Grecia clásicas y su relación
directa con el mundo deportivo de los JJOO. Sin duda era un brindis a sus propios
orígenes puesto que el éxito surgió gracias a los atletas de la villa olímpica
alemana se empezaron a calzar sus zapatillas. La ubicación de las hojas de
laurel recuerdan premeditadamente a la silueta de un trébol, también asociado a
la fortuna y al éxito, que era atravesado por unas líneas que recuerdan a las
pistas de atletismo. En 1967 Adidas institucionalizó estas tres rayas creando
una línea de ropa deportiva para los JJOO de México 68, por lo que la
multinacional obtuvo grandes beneficios.
Adidas siguió creciendo y empezó a competir con Nike además de con su
“hermano Puma”, para ello empezaron a poner en práctica técnicas de publicidad
más agresivas y depuraron la marca hasta que en 1996 dejaron el trébol para los
productos clásicos-retro y fusionaron las pistas de atletismo con el trébol
creando la marca actual de las 3 bandas diagonales sobre la tipografía en caja
baja. De esta manera se justificaban las 3 áreas de negocio que la
multinacional tiene hoy en día en detrimento de los valores puros y clásicos de
los comienzos... siendo unos atributos meramente comerciales. A finales de los
60 la marca viró su colorimetría al azul para marcar la diferencia con el
"swoosh" negro de Nike, pero tras la nueva arquitectura de marcas se
retomó el negro para el área más comercial y se amplió el espectro cromático a
grises y azules para los productos de estilo y clásicos.
El enfrentamiento
entre Adidas y Puma se hizo patente hasta en el mismo pueblo donde nacieron los
dos hermanos; donde según cuenta Barbara Smit, en su libro “Hermanos de
sangre”, el pueblo llegó a estar dividido por el río que separa las dos
fábricas y había una carnicería para los que apoyaban a Adidas y otra de los
seguidores de Puma.
Hoy en día Frank Dassler, nieto de Rudolf Dassler de Puma, es el hombre
que ayudó a construir un puente entre las dos facciones en guerra. Rompió con
el tabú del pueblo y ha trabajado para ambos lados.
El pueblo entero sigue obsesionado con la historia de los hermanos.
Existe incluso un museo completo dedicado a ellos. Este museo sigue su historia
desde la empresa naciente en 1924 en el lavadero de la casa de la madre.
Ambos fallecieron en la década de los 70 sin haberse reconciliado. Aún
en la muerte, Rudi y Adi siguieron distantes. En el cementerio local reposan
sus restos a extremos opuestos el uno del otro.
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@Culturizando
Brandemia
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