Las marcas no son sólo para las grandes empresas



Ser marca no es una opción, es una condición necesaria e ineludible

En un mundo tan saturado de productos como hoy y tan globalizado, la batalla por lograr la atención del consumidor es cada vez más difícil.

Los productos, los mercados, las marcas, las estrategias, los mensajes publicitarios y los medios se parecen cada vez más, mientras que los consumidores se parecen cada vez menos. La edad ya no define al consumidor. El consumidor es también cada vez más infiel y está preparado para captar sólo lo que es diferente.

El reto de la diferenciación será cada vez más duro. Por todo esto las marcas atraviesan un entorno cada vez más complejo. Un mundo constantemente cambiante en el que las marcas también deben adaptarse o perecer, al quedar obsoletas. Se ha producido un paso de un modelo a otro de marca. Se ha pasado de diseñar un símbolo gráfico a una personalidad de marca y de empresa.

En este sentido una marca se convierte en una ventaja competitiva. La marca es la visión de una empresa, la fuerza propulsora que permite diferenciar a una empresa de sus competidores. La marca ha de dictar todas las decisiones estratégicas de las empresas, desde la visión corporativa del negocio hasta la gestión de sus recursos humanos.


Las marcas no son sólo para las grandes empresas. La creación de una marca propia, al igual que las marcas de las grandes compañías, empieza con una estrategia y continúa con la aplicación de tácticas en el día a día.

Resulta esencial para las PYMES, si lo que quieren es evitar la espiral competitiva de precios en la que la mediana empresa juega con desventaja frente a la gran empresa o multinacional, que creen marcas poderosas, ya que hoy la única manera de destacar en el mercado es a través de la marca.

“El agua es gratis, nosotros sólo cobramos por el envase y la marca”. Perrier.

A pesar de la importancia creciente de las marcas y la toma de conciencia del valor de las mismas por las empresas, éstas a menudo luchan y en muchos casos fracasan a la hora de construir una imagen de marca que aporte valor añadido. Es muy común cometer errores como asimilar la marca con un nombre. O pensar que la marca es del departamento de marketing, mientras que la marca es estrategia.

Una gran marca es una gran historia. Una gran marca inspira. Una verdadera marca conecta y emociona al consumidor. Apple ha entendido como pocos el valor de su marca.

De todo esto se denota que ha llegado la hora de comunicar para construir una marca potente, siguiendo la máxima de que todo comunica, desde el producto, hasta la publicidad, sus propias oficinas o la actitud de los trabajadores de la empresa e incluso. Por ejemplo McDonald’s premia al empleado del mes en medio de uno de sus establecimientos. Esta acción, no sólo refuerza el compromiso interno de los trabajadores, si no que expande el concepto de marca de la empresa, la felicidad.

El valor estratégico de la imagen y de la comunicación se ha convertido en la herramienta más eficaz para optimizar los resultados de negocio.

¿Compraría un artículo de lujo si no tuviera impreso su logo? ¿Acudiría a una entidad bancaria si no tuviera logo? Las respuestas, previsiblemente negativas en ambos casos, demuestran el poder que tiene una marca.

Fuente: Libro: Como crear una marca

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